La Salvia y su uso en la medicina natural

La Salvia es una planta aromática perenne que tuvo su origen en las costas norte del Mediterráneo. Ha sido cultivada para usos culinarios y medicinales por cientos de años en Inglaterra, Francia y Alemania. Recientemente fue traída a América y más tarde a Australia.

El nombre se deriva del latín “Salvare”, que significa “salvado”, refiriéndose al poder curativo de esta planta. Los romanos usaron la salvia como medicamento, pero no se sabe si era empleado como condimento en su cocina antigua. La cual era conocida con ese último propósito en toda Europa en el siglo XVII.
Los egipcios la usaron medicinalmente como un tónico para el cerebro y los chinos también le daban uso similar.



Descripción de la Salvia
De la Salvia existen múltiples especies y numerosas variedades. De ellas existen la salvia mayor y la salvia menor. Les hablaremos en este artículo de la menor, que es la de mayor empleo.
La salvia menor alcanza una altura de entre 20 y 60 centímetros, es un semiarbusto, con la parte superior lignificada y la inferior herbácea, tallo cuadrado, cubierto de una vellosidad blanquecina, regularmente ramificado. Las hojas son pecioladas o dentadas, alargadas u ovaladas, simples, enteras, opuestas cruzadas, de color gris verdoso. Las flores de color azul claro o violeta, dispuestas en el extremo de las ramas en racimos.
La planta está compuesta de sustancia activas: aceite esencial, taninos y principios amargos, que la hacen medicinal y condimentaría.

Usos medicinales de la Salvia
La salvia posee las siguientes propiedades medicinales: digestivas, estomacales, combate las inflamaciones bucofaríngeas, es expectorante, nervina, cura ciertas heridas. Se puede utilizar mediante la ingesta de una cucharada por taza entre 3 a 4 veces por día.
Se usa también para la fabricación de tónicos para el cabello, lociones limpiadoras de la piel, rinses, desodorantes, enjuagues bucales y limpiadores de los dientes. 
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