Beneficios del ajo, la planta medicinal “cúralo todo”

En gran cantidad de civilizaciones antiguas ya se empleaba el ajo como remedio para diversos y variados males, y es que por algo esta planta medicinal ha sido conocida por la tradición popular como “cúralo todo”. Su uso abarcaba un amplio espectro que iba desde tratar infecciones hasta vigorizar, y hoy en día, gracias a los estudios científicos que se han hecho al respecto podemos saber que esos efectos medicinales son ciertos.
El ajo es una planta que se emplea frecuentemente en la cocina, ya que a pesar del desagradable olor que deja al que la toma, otorga un gran sabor a los alimentos, convirtiéndolo en un gran condimento. No obstante, para que los efectos del ajo tengan efecto, debe tomarse crudo o cocido, nunca frito o calentado a altas temperaturas, ya que el calor lo que hace es dañar las propiedades y reducirlas en cantidades considerables. Una forma rápida de tomarlo es trocear un diente de ajo y tomar cada parte como si fuera una pastilla, sin masticar, así no será tan fuerte el olor que nos deje. Otra opción es tomar extracto de ajo en cápsulas, de esta forma no se tendrá que soportar el mal olor que deja el ajo, no obstante no se muestran tan efectivas como el ajo natural, ya que carecen de aliina, la sustancia que da ese olor tan característico al ajo pero que le otorga propiedades fundamentales, como por ejemplo, la antibiótica.
Veamos más a fondo los beneficios del ajo, la planta medicinal “cúralo todo”:
  • Antiinflamatorio y antipirético: si hay dos propiedades conocidas del ajo, son éstas. Gracias a que reduce la inflamación y la fiebre, se recomienda para tratar enfermedades como resfriados o catarros y también para personas que tienen que realizan grandes esfuerzos físicos.
  • Refuerza el sistema inmunológico: gracias a las propiedades antibióticas y antisépticas presentes en el ajo, éste fortalece las defensas, siendo muy útil contra bacterias, hongos, infecciones y virus.
  • Reduce los niveles de azúcar en sangre: el ajo aumenta los niveles de insulina, lo cual se traduce en un descenso del azúcar en sangre. Este efecto hipoglucemiante es muy interesante para aquellos que padecen diabetes u obesidad.
  • Mejora la circulación: el ajo, como vasodilatadorhace que se reduzca la presión arterial -lo cual es perfecto para personas con hipertensión-, como anticoagulante hace que la sangre circule más fluida transportando mayor cantidad de oxígeno al organismo, y además tiene la propiedad de evitar la acumulación de colesterol. Todo esto hace que la circulación mejore, así como el funcionamiento del organismo en general. Las personas que padezcan anemia, al igual que las mujeres embarazadas  o con la menstruación deberán tener precaución por el efecto anticoagulante.
  • Diurético: el ajo es un diurético natural, y como tal, ayuda a la depuración del organismo y a la eliminación de toxinas mediante el aumento de las micciones.
  • Antioxidante: el ajo tiene propiedades antioxidantes, siendo uno de los más potentes que se puedan encontrar en la naturaleza. Esto se traduce en dos beneficios fundamentales, uno es su efecto anticancerígeno, ya que los antioxidantes evitan la oxidación de las células causadas por los radicales libres, siendo ésta una de las causas más frecuentes en la aparición de tumores. Y el segundo es antienvejecimiento, retardando los signos de la edad que deterioran el organismo.
  • Digestivo: entre las propiedades del ajo se encuentra la de favorecer la actividad del hígado y el páncreas colaborando así a que sea más fácil hacer la digestión de los alimentos –no se debe tomar si se tiene un estómago delicado o acidez-, además, es fundamental para prevenir y curar enfermedades relacionadas con el sistema digestivo, desde úlceras hasta los cánceres que pudieran aparecer en esas zonas.
  • Expectorante: el ajo despeja las vías respiratorias y favorece la eliminación de los mocos. El ajo está recomendado para personas con problemas en el aparato respiratorio como la bronquitis o el asma.